En medio de la alegría Pascual, la noticia de la pascua del Papa Francisco nos conmueve y nos interpela. No sabemos el día ni la hora, pero si de algo estamos seguros es que nuestra esperanza está puesta en Aquel que venció a la muerte para donarnos su Vida Nueva.
Unidos en la oración, damos gracias al eterno Padre por el regalo del pontificado de Francisco y lo encomendamos a nuestra Madre, la Virgen María y su fiel esposo San José, pidiendo por su eterno descanso.